Mientras la carne se cuece lentamente,
mientras el pan fermenta,
mientras mis hijos conducen la manada
y mi hombre les sigue a caballo,
hilo la lana.
Con hilo y huso me siento en mi telar.
Tejeré una manta igual
a la que tejió mi madre,igual a la que tejió la madre
de mi madre.
Dejaré un pequeño agujero
para la araña Divina,
que enseñó a la primera de nosotras
a hilar.
Así la araña sabrá que la recordamos
y no olvidamos nunca.
Y todo es belleza,
todo es belleza,
todo es belleza.
(Telar,Navajos América del Norte)
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