sábado, 4 de septiembre de 2010

PU-ERH

"...Cuenta una leyenda china que, una vez, mientras estaba meditando, el monje budista Brahmin se durmió. Al despertar se cortó los párpados para que no le volviera a suceder. Aquellos párpados cortados cayeron al suelo y de ellos brotó una planta muy especial: el primer arbusto de té, que desde entonces es el símbolo de la eterna vigilancia. La fuerza curativa del té está profundamente arraigada a la antigua sabiduría de la medicina tradicional china y es una de sus cincuenta plantas medicinales básicas. En uso externo se utiliza contra las quemaduras, conjuntivitis y contusiones, así como en caso de diarrea, cansancio, resaca, dolor de cabeza, malaria e incluso epilepsia. Después del agua, el té es hoy la bebida más consumida del mundo. Su ceremonia tradicional, o una sencilla infusión preparada con cariño, son señal de belleza y bienestar al alcance de todos, aunque su cultivo sea duro.


Los chinos consideran el Pu-erh como el té más saludable, porque actúa sobre las energías reguladoras de nuestro cuerpo. Según su filosofía de vida sólo hay salud donde la energía vital universal (Qi) fluye libremente. El Pu-erh fomenta el fluido contribuyendo, de este modo, a una relación equilibrada entre el yin y el yang: el dualismo universal que existe tanto en la naturaleza como en los seres humanos. El yin representa el principio femenino, en la medicina china, por ejemplo, las partes inferiores del cuerpo, pecho, vientre, el tronco, el interior, la sensación de frío, resfriados y un pulso lento. El yang, en cambio, representa el principio masculino y las partes opuestas a las mencionadas: espalda, cabeza, el exterior, fiebre, inflamaciones y pulso rápido...".
 Texto extraido del libro Té Pu-erh y Rooibos



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